Lo más humano de la parte existencial, no es la filosofía con la cual te mueves en el mundo, finalmente filosofar requiere todo el poder del rasocinio encefálico, miles de referencias para poder conjugar correctamente una sola idea. En este momento la idea de ser completamente ajeno a un sentimiento filosofado me habla del poder de las palabras sobre la pobreza de las acciones. Emancipar al pasado, no solo implica calidad emocional, instantes que exploten hacia el futuro una lánguida intersección de neuronas que finalmente se reflejen no solo en una idea, más bien en el echo mismo, parte de la tormenta caótica que a muchos aflije.

Cuando la fuerza de la voluntad nos parece más valiosa... debo tender la ropa.

Al fondo una emulación de guitarra eléctrica, el reflejo eléctrico de vibraciones semireales. pienso en tí y en la realidad de tus palabras. No estoy necesariamente contento.